18 de abril de 2013

Tabla de ibéricos


Si me preguntaran cuál es la tarta más rara que me han pedido, creo que ésta encabezaría la lista. Fue muy surrealista hacer una tabla de ibéricos en fondant: algo extremadamente dulce simulando ser algo muy muy salado. Es de locos.


 
 
El culpable fue mi amigo (y gran cliente!) Cepi, y creo que el resto de su familia también participó en la idea porque la tarta fue para celebrar el cumpleaños de su padre. Al buen hombre le encantan los embutidos ibéricos, y aunque se pensaron que yo me negaría a ponerlos en una tarta de las mías, me puse manos a la obra y creé lonchas de morcón, chorizo, morcilla y jamón tremendamente dulces.

A pesar de todo, fue muy divertido, y sé que echaron unas buenas risas cuando llegó la hora de la tarta aquél día, que por dentro era 100% chocolate.


Espero que os guste!

Un abrazo

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